viernes, 7 de febrero de 2020

Ninfas a través de las tinieblas

Escondida entre los árboles, con la mirada desafiante me paralizó. ........



Estaba nadando, en aquel remanso de paz, rincón perdido en medio de la nada, mi ropa cuidadosamente doblada entre unos matorrales, a través del agua no del todo transparente se podía entreveer mi desnudez total, el agua cristalina y fresca, un alivio para contrarrestar el efecto de los rayos de sol sobre mi cuerpo en un día que había dedicado a la fotografía la sensación era muy agradable....



Miré distraído hacia la orilla de aquel pequeño lago natural, buscando encuadres para capturar alguna imagen de aquel lugar idílico, rodeado de hayas centenarias de una altura tal que se perdían en el cielo, provocando un ambiente sombrío en medio del silencio roto por los silbidos de aves parlanchinas, el reflejo de la luz brillaba como cuchillos afilados a través de las hojas danzantes, semicerraba los ojos, desfigurando un tanto la escena y fantaseando, no se porque me sentía observado





Siempre me han fascinado las luces y las sombras pero los centelleos marinos me hipnotizan, esos brillos se mezclaron con su imagen de ninfa salvaje, creando una fuerza de ultramundo como un telón que anuncia una obra excelente....en esos momentos presagias, que lo que viene, va a ser sorprendente.






Desnuda y en cuclillas



Vi su espalda con un tatuaje enorme, encima de una tarima formada por un tronco cortado, agachada, desnuda, en cuclillas, mirando con la vista pérdida, entonces surgiendo en medio de la presión del silencio se produjo el milagro, un momento de catarsis de unión con lo sobrenatural. 

La belleza de un instante fugaz que nunca volverá pero será sustituido por otro. Hasta las motas de polvo, suspendidas en el aire, como espejos vibrantes devolviendo la amplitud de los rayos, como las luces de los focos de un escenario, absorven mi atención, quisiera tener el poder de retener está visión, seguramente es una alucinación provocada por el cansancio, de modo que seguí mirándola entre curioso y desafiante esperando que se desvaneciese. La rodee para poder admirar de frente toda su belleza, acoplada en aquel bosque de múltiples colores y sonidos.







-Es mi rincón y tú lo has descubierto ahora. -Vaya, eso mismo iba a decirte yo, pensaba que era solo mio, bañarme rodeado de esta soledad, de este silencio, mirar las formas de las nubes, perderme con las ondulaciones de las hojas por el viento... 

-Pues tendrás que compartirlo si no te importa. Se tiró al agua y nadó suavemente hasta donde me encontraba, se movía agilmente y se acercó, ahora en su cara se dibujaba con la mueca del inicio de una sonrisa, una mueca graciosa que abría un portal hacia sus profundidades.-¿Te podría pedir algo? -Depende.-Es mi cumpleaños y tu representas la única relación con los humanos al que tengo acceso en mucho tiempo y no se cuando te adentrarás en el bosque del cual tengo prohibido salir, quizás nunca se repita.-¿Te importaría besarme?



Me quedé atónito, mientras me hablaba, había depositado una mano, que resbalaba mojada por mi antebrazo, más bien parecía una caricia. Sentí un estremecimiento seguido de un escalofrio. La besé suavemente en los labios, noté todo el sabor dulce del agua del remanso, percibí todos los aromas de las frutas del bosque juntas y el sabor y la delicadeza de su lengua, otra vez los tintineos brillantes sobre el agua y las motas de polvo brillantes, parecieron unirse en aquel beso delicioso, me parecía estar rodeado de luces y diamantes.......










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